Oct 082012
 

Premio Nobel 2012 en Medicina para John B. Gurdon y Shinya Yamanaka por estudios en la reprogramación de células.

Desde hace muchos años se conoce que procedemos de la unión del espermatozoide y el óvulo, del zigoto. Que el zigoto se va dividiendo, en los seres pluricelulares, en múltiples células hijas que contienen la misma información genética, formando la mórula y que después se produce una diferenciación celular, de tal forma que las células se especializan, perdiendo la multipotencialidad que tenía la célula madre, se pensaba que para siempre.

Gurdon fue el primero en demostrar en 1962 que la especialización es reversible. Lo hizo sustituyendo el núcleo de un óvulo de rana por el núcleo de una célula intestinal de rana y consiguiendo que se desarrollara un renacuajo normal. Había “reformateado” el óvulo.

En este caldo de cultivo trabajó Yamanaka, buscando cómo las células madre embrionarias tienen capacidad para convertirse en cualquier tipo celular y trabajando con la hipótesis de que fueran genes los que regularan esa potencia.
Yamanaka descubrió que sólo hacían falta cuatro genes para transformar las células adultas diferenciadas en células madre (las conocidad como células madre plutipotentes inducidas o células iPS)
Su descubrimiento ha permitido salvar las restricciones religiosas al uso de células madre embrionarias y también la disminución del rechazo del posible paciente al injerto de tejidos, por tratarse de células del propio paciente.

Hoy es un gran día, ya se puede vislumbrar un panorama de apertura a posibles curaciones utilizando células propias reprogramadas.

Abr 092011
 

¿Es posible crear ojos?

Un equipo de investigadores japoneses ha logrado que unas células madre se especialicen hasta formar una retina, consiguiendo que de forma espontánea adquieran formas tridimensionales, eso sí, de momento en ratones.

Durante el embarazo en humanos, los ojos se forman a partir de la quinta semana de embarazo: al principio son solo dos estructuras esféricas, pero como todas nuestras células llevan en sus genes las instrucciones que los acabarán convirtiendo en órganos. Luego se forma la vesícula oftálmica y poco después surgen unos conos ópticos con dos capas, es decir, la protorretina. Estos son los pasos que, sin ayudas químicas ni físicas, han reproducido los científicos. Hay que recordar que todas nuestras células llevan toda la información genética: lo que ocurre es que al diferenciarse sólo mantienen activos aquellos genes que les sirven para sus propósitos, manteniendo apagados el resto.

Cada cierto tiempo surgen diferenciaciones conseguidas a partir de las células madre, para formar espermatozoides, células de la piel e incluso órganos como el corazón, formados por un solo tipo de células. Parecía lejano el tiempo en que se conseguirían órganos formados por distintos tipos celulares, porque la diferenciación depende de la interacción entre tejidos durante el desarrollo embrionario y ¡también eso lo han sonseguido!

“Hemos mostrado que las células precursoras de la retina tienen una capacidad inherente para dar lugar a la compleja estructura de la copa óptica”,  “Para generar un órgano complejo es necesario que diferentes tipos de células interactúen para obtener un comportamiento colectivo. Aún no está claro cómo pueden coordinarse entre sí para construirlo”.

Utilidades:

-Para solucionar enfermedades como la retinitis pigmentosa, que causa pérdida gradual de visión.

-Tratamiento de enfermedades varias

-Trasplantes de retina.

Ahora, lo primero será ver si se puede reproducir con células humanas.

Referencias; trabajo publicado  por revista Nature,  y desarrollado por investigadores del Instituto Riken de Kobe, uno de los centros de investigación más prestigiosos de Japón, dirigido por Mototsugu Eiraku y Yoshiki.

Leído en El País, el 07/04/2011 ANTONIO MADRIDEJOS