La Tierra sigue temblando: ya se ha producido un seísmo de 4.4 y ha aumentado el nivel de dióxido de Carbono. Puede desembocar en una nueva erupción.
La placa americana y europea se están separando, todos lo sabemos.
El Hierro suelta la lava y libera la tensión con pequeños terremotos, no pudiéndose predecir su resultado. El volcán de El Hierro sigue activo y amenazante. Los geólogos determinan que el material que surge de las erupciones submarinas es de los más explosivos, debido a la expulsión de magma basáltico y riolítico, que se mezclan en la salida a la superficie. El magma riolítico es mucho más peligroso, pero la combinación de ambos «aumenta también la explosividad de la erupción».
Pero, ¿Qué es el magma?
El magma es un fundido de rocas, formado principalmente por silicatos, donde coexisten:
- La parte fundida. Va a influir principalmente en la viscosidad. Cuanto más viscoso menos movilidad. Esto va a depender también de la temperatura: a más temperatura, más movilidad.
- Minerales ya cristalizados o que no han sufrido fusión por tener un punto de fusión superior a la temperatura del magma.
- Gases y vapores disueltos. Pequeñas cantidades quedan ocluidas en las cavidades, pero la mayoría escapan a la atmósfera al entrar en contacto el magma con la atmósfera. Destacan el vapor de agua, el dióxido de carbono, HCl, SH2, H2 y N2.
- Temperatura. Se considera que los magmas ácidos se forman en torno a 650º y los basálticos de 1200º a 1500º.
- Presión. Modifica el punto de fusión: un aumento de presión eleva el punto de fusión, permitiendo que permanezca sólido, aunque la temperatura sea muy alta.
- Viscosidad.
- Explosividad. Depende de los gases contenidos.
En lo que respecta a El Hierro, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas precisó ayer en un informe que los materiales expulsados por el volcán del El Hierro «están compuestos de balsalto, en su mayor parte, y traquita, en cantidades mucho menores», por lo que esta desigual mezcla «no ha producido reacción química». Según el CSIC, estos materiales tienen grandes cantidades de gas en el momento de su expulsión, lo que explicaría las erupciones explosivas, «que no revisten peligrosidad adiccional por el hecho de contener también magma traquítico».
En esta imagen se aprecia la doble composición: el basalto, muy oscuro , junto con la riolita, clara. Ambos no se han mezclado.
Vamos con la explicación:
“Tanto el material basáltico de las muestras como el traquítico están muy vesiculados, lo que quiere decir que ambos tenían una cantidad de gas alta en el momento de hacer erupción, lo que explicaría que ésta sea explosiva (formación de piroclastos) a pesar de la presión del agua del mar sobre la boca de emisión. Sin embargo, este tipo de explosividad es normal dentro de los parámetros de las erupciones basálticas con que nos movemos y no reviste una peligrosidad adicional por el hecho de contener también magma traquítico”. “Su origen puede ser debido a una removilización (refusión) de un pequeño resto de material traquítico por parte del basalto nuevo en su camino a la superficie”, y que se trata de “procesos que no son tan raros en este tipo de volcanismo se producen en un poco tiempo, de unas horas a pocos días.
Mientras tanto, la actividad volcánica continúa, produciéndose un temblor de 4,4 grados en la escala de Richter, el más violento desde que el 10 de octubre comenzó el fenómeno.Se están tomando medidas para dar respuesta a la delicada situación que ocurriría si los movimientos ganasen en intensidad o si se diese una nueva y violenta erupción, un escenario cada vez más posible ya que se ha constatado un aumento de emisiones de CO2, indicativas del fenómeno volcánico.