Idea de Paz

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Bajo el concepto de “paz”, o bajo el término “pacifista”, se suelen englobar un sin fin de posiciones que van desde el mantenimiento de la paz mediante tanques (teoría de la disuasión), hasta las teorías budistas más armonistas evitando pisar hormigas para no aumentar el propio karma. Ello conlleva la necesidad de una clasificación de los conceptos y las posiciones pacifistas que se han mantenido históricamente y se mantienen en la actualidad. Se trata de analizar los conceptos de paz en diferentes contextos categoriales en donde se han hecho presentes (biología-etología, etnología, psicología y sociología) mostrando la insuficiencia de cada una de estas visiones parciales a la hora de abordar con propiedad un análisis pertinente (y gnoseológicamente responsable) de este asunto.

Se trata de presentar un dispositivo analítico en el que la Idea de Paz, y su opuesta la Guerra son contempladas como un par de conceptos conjugados, ligado, a su vez, a otros pares de conceptos, igualmente conjugados, tales como: Hombre/Sociedad, Libertad/Autoridad, Tolerancia/Intolerancia…, de cuyas conexiones o desconexiones se obtienen posiciones ideológica definidas en torno a la Paz. Desde ellas se procedería a clasificar las opiniones indicadas y posteriormente a enjuiciarlas.

En las circunstancias actuales, sin perjuicio de la voluntad pacifista de la Organización de las Naciones Unidas, de los Tratados internacionales, &c., puede decirse que no ha pasado un año sin que una guerra –o una escalada terrorista o de violencia en general– haya tenido lugar en la superficie del planeta.

Para empezar ofrecemos varias muestras de la equivocidad del concepto de “paz”, que interactúa con otros muchos, que no siempre aparecen explicitados: violencia, lucha, conflicto, agresividad, guerra…, cuestiones que analizaremos en clase.

PAZ EVANGÉLICA

La serie de pinturas «El Reino de la Paz» del pintor naif y pastor cuáquero yanqui Eduardo Hicks (1780-1849), que pretendían ilustrar el versículo 11:6 de Isaías: «El lobo habitará con el cordero, la pantera se acostará junto al cabrito; ternero y leoncillo pacerán juntos, un chiquillo los podrá cuidar» representan muy bien la ingenuidad de la paz evangélica. Que se contrasta con esta otra paz de Cristo: «No he venido a traer paz sino espada.» (versículo de Mateo, 10,34).

PAZ POÉTICA

Imagina que no hay Cielo , es fácil si lo intentas, ningún Infierno bajo nosotros, sobre nosotros sólo el firmamento. Imaqina a toda la gente viviendo el presente. Imagina que no hay países, no es difícil hacerlo, nada por lo que matar o morir, ni tampoco religión. Imagina toda la gente viviendo la vida en paz. Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros, y el Mundo será uno. Imagina que no hay posesiones, me pregunto si puedes, ninguna necesidad de avaricia o ansias, una hermandad del Hombre. Imagina a toda la gente compartiendo todo el Mundo…”

Díficilmente se puede “imaginar” un ideario poético más contradictorio con la política, y concretamente con la política de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), porque lo que en él se pide es, en resumidas cuentas, su disolución: no puede haber “Naciones Unidas” si no hay Naciones (“Países”).

PAZ PEDAGÓGICA

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(por cierto, Pennsylvania fue fundada por un heresiarca cuáquero pacifista llamado Guillermo Penn)

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PAZ POLÍTICA

Kant: La paz perpetua, escrito en el plácido ambiente propiciado por la Paz de Basilea, firmada por Francia y Prusia en el año 1795.

Clausewitz: “De la guerra monumental tratado escrito por el oficial prusiano, paradigma del realismo político adquirido durante el enfrentamiento con la Francia napoleónica. En el año 2005 apareció una edición completa, la primera versión íntegra en español, de Vom Kriege, del general Carl von Clausewitz (1780-1831). 

Paz nazi (pincha aquí)

Paz de Gandhi

En su ensayo Reflexiones acerca de Gandhi” (1949) sostiene Orwell que Gandhi nunca percibió la naturaleza brutal del totalitarismo y por ende suponía toda lucha como una extrapolación de su propia disputa contra el imperio británico. Además, como el resto de los pacifistas, Gandhi eludía las preguntas más difíciles, y las respondía vagamente sólo cuando le eran impuestas desde afuera. Por ejemplo, Gandhi no tuvo más remedio que contextualizar la crítica contra la guerra al admitir que si se hubiera aplicado la resistencia pacífica ante una invasión japonesa en 1942, habría costado varios millones de vidas.

Paralelamente, al juzgar la bomba en Hiroshima (con el horroroso saldo de casi cien mil japoneses muertos) debe recordarse que sólo la toma de Okinawa poco antes había costado mayor número de muertos japoneses, además de doce mil norteamericanos, cien mil civiles adicionales, y decenas de miles de heridos de ambos lados.

En sus reflexiones sobre Gandhi George Orwell incluye una específica mención de los judíos. Dice Orwell en 1949:

“Con respecto a la última guerra, una pregunta que todo pacifista tenía una clara obligación de responder era: «¿Y qué de los judíos? ¿Está usted dispuesto a que se los extermine? Si no lo está, ¿cómo propone usted que se los salve sin recurrir a la guerra?”

“Debo decir que nunca escuché una respuesta honesta a esta pregunta por parte de un pacifista occidental, aunque escuché muchas evasivas.”

A Gandhi se le preguntó algo similar en 1938 y su respuesta está incluida en «Gandhi y Stalin» de Louis Fischer:

“Los judíos alemanes debían cometer suicidio colectivo, lo que habría levantado al mundo y al pueblo alemán contra la violencia de Hitler.”

Después de la guerra, Gandhi se justificó:

“Los judíos habrían sido de todos modos asesinados, así que podrían haber muerto de modo significativo.”

Paz soviética o la Paz de la Victoria (pincha aquí)

Themis, la diosa de la Justicia

Paz jurídica

Hablar de derecho penal es hablar, de un modo u otro, de la violencia. Violentos son generalmente los casos de los que se ocupa el Derecho Penal: robo, asesinato, terrorismo, rebelión. Violenta es también la forma en que el Derecho Penal soluciona estos casos: cárcel, psiquiátricos, suspensiones e inhabilitación de derechos. El mundo está preñado de violencia y no es, por tanto, exagerado decir que esta violencia constituye un ingrediente básico de todas las instituciones de este mundo. También el Derecho Penal. (extracto de un manual universitario de Derecho Penal: F. Muñoz Conde y M. García Arán, Derecho Penal. Parte general, Valencia, 1996)

Bastaría darnos un paseo por la capital navarra y comprobar el sentido dialéctico de esto que nos dice Platón: “Lo que las gentes llaman paz no es más que un nombre y, en realidad, hay por naturaleza una guerra perpetua y no declarada de cada ciudad con todas las demás” (Las leyes I, 625e).

El armonismo pacifista de la Plaza de la Paz de Pamplona

Fortificación militar de la Ciudadela de Pamplona

Y, por ahora, finalizamos con la Idea de Paz, en este caso política, de un filósofo español, Miguel de Unamuno:

atenea2Atenea

“Fue Caín el fratricida, el fundador del Estado, dicen los enemigos de este. Y hay que aceptarlo y volverlo en gloria del Estado, hijo de la guerra. La civilización empezó el día que un hombre, sujetando a otro y obligándole a trabajar para los dos, pudo vagar a la contemplación del mundo y obligar a su sometido a trabajos de lujo. Fue la esclavitud lo que permitió a Platón especular sobre la república ideal, y fue la guerra lo que trajo la esclavitud. No en vano es Atenea la diosa de la guerra y de la ciencia. Pero ¿será menester repetir una vez más estas verdades tan obvias, mil veces desatendidas y que otras mil vuelven a renacer?” (Del sentimiento trágico de la vida).

“Si vis pacem para bellum”

(Inscripción en el Centro Cultural de los Ejércitos de Madrid)

Era la consigna bajo la que actuaba el Imperio Romano. “Pax” significa pacto, es decir, suspensión de las hostilidades.

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