El chico dormilón
Érase una vez, un chico llamado Óscar que estaba paseando por el bosque. En el bosque se encontró a un niño que estaba llorando y Oscar se acercó para ver qué le pasaba.
-¿Qué te pasa?- preguntó Óscar.
– Pues que soy nuevo y no tengo amigos- contestó el niño.
Oscar le preguntó:
-¿Quieres ser mi amigo?
-Pues vale- contestó el chico.
-¿Qué llevas en la bolsa?
-Llevo buñuelos, ¿quieres?
-Vale- dijo Óscar. Y, en el momento en el que Óscar probó el buñuelo, se cayó al suelo y el niño malo se fue corriendo.
Pasado un rato, vino una chica muy fuerte y muy alta llamada María.
Se acercó a Óscar lentamente y le dio un beso en la frente.
De repente, Óscar se despertó. Lo primero que sus ojos contemplaron fue a María. Fue, lo que se dice, un flechazo.
Óscar se enamoró de María y María de Óscar.
Al final, se casaron y fueron muy felices.
Fin
Andrea Lozano
A mí, me recuerda a algún otro cuento. Pero… hay algo que cambia. Bueno, muchas cosas cambian, pero una característica de los personajes es llamativa en esta gran historia que nos relata Andrea.
¿Quién es capaz de descubrir ese gran cambio en los personajes?
Por último, una imagen de la autora y sus amigas y amigos hace unos años. ¿Alguien se reconoce?