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LO QUE NO SIRVE CON LOS HIJOS ADOLESCENTES

Este decálogo no es mío, me apareció entre otros papeles, si alguien el /la autor-a, o lo conoce, agradecería que me lo comunicara para hacerlo constar.  Creo que es un buen resumen sobre qué hacer ( o no hacer) con nuestros hijos, alumnos en esta etapa de la vida.  La adolescencia no es tan terrible, lo que ocurre es que los adolescentes pueden comportarse de modo confuso. Los comentarios en cursiva, sí que son míos

  1. NO TE CREAS TODO LO QUE DICES. “Te odio” puede doler mucho a un padre o a una madre. Viven una complicada etapa de cambios físicos y psicológicos en la que el enfado les puede llevara comentarios muy duros a los que hay que saber dar la importancia justa.En otras palabras, no tomes de forma literal y personal lo que dicen. Pero tampoco dejes pasar como “buenas”algunas expresiones. Deben aprender a “gestionar sus enfados”.
  2. NO RESPONDAS AL ENFADO CON EL ENFADO. Al minuto siguiente de la discusión, ellos pueden estar tan contentos con sus amigos, mientras que los padres sufren mucho más el enfrentamiento. En un momento dado, conviene enfriar la situación, pedir “tiempo muerto y no dejar que una discusión se haga eterna. Es mejor posponer la situación a un momento en que podamos escucharnos.
  3. NO SIRVE SERMONEAR. Normalmente te escuchan media docena de palabras y desconectan.
  4. NO RECURRAS AL ENFADO Y AL ENFRENTAMIENTO. En la confrontación es donde los adolescentes están en su terreno. Pon las normas con tranquilidad y contundencia. Necesitan límites razonables y consecuencias lógicas y naturales si los traspasan.Los reproches continuados solo enseñan resentimiento y enfrentamiento.
  5. NO LOS PRESIONES.Hay que controlarlos y supervisarlos, pero que se note lo menos posible. No les atosigues continuamente , esto genera tensiones y crispación.
  6. NO TE MUESTRES DÉBIL. Necesitan referentes ( normas claras, ejemplo de comportamiento ) que les generen seguridad ( aún no son adultos), la debilidad les produce inseguridad. La incoherencia de criterio  ( un día una norma es muy estricta, otro día no ) también muestra esa debilidad y genera la misma inseguridad.
  7. NO ATAQUES SUS IDEAS. Se puede opinar sobre ellas e intentar orientarles. Hay que razonar con ellos. Pero menospreciarlas, descalificarlas o ridiculizarlas provocará que no quieran compartir sus inquietudes, ilusiones, preocupaciones…
  8. NO CUESTIONES SUS CAPACIDADES. Esto puede convertirlos en personas inseguras que teman tomar iniciativas, decisiones o emprender proyectos. La adolescencia es clave  porque es la etapa en que se comienza a diseñar un proyecto de vida y porque el concepto de uno mismo se construye.  Su visión de sí mismo  es  vacilante y necesitan seguridad para afrontar los retos vitales que les esperan.
  9. NO MINUSVALORES SUS ESFUERZOS AUNQUE NO VAYAN ACOMPAÑADOS DEL ÉXITO. De lo contrario, estaremos generando frustración y tristeza que pueden quedar grabados en el carácter de los futuros hombres y mujeres. Debemos reforzar siempre el esfuerzo y la superación y no a los “dos impostores” del poema  “Si” de Kypling ( el éxito y el fracaso) , que aparecerán en la vida sin avisarnos y , a veces, sin merecerlo.
  10. NO PRETENDAMOS QUE NUESTROS HIJOS COMPENSEN NUESTROS FRACASOS CON SUS ÉXITOS. No es su cometido realizar aquello que no supimos  o no pudimos llevar a cabo, tienen que elegir y seguir su propio camino.

MANTÉN UNA VISIÓN POSITIVA DE LA VIDA Y DE LAS PERSONAS. UN AMBIENTE FAMILIAR O ESCOLAR  SEGURO (  firme , con normas estables y consecuencias lógicas), RAZONABLE ( donde se razona),  TRANQUILO ( con el menor número posible de enfrentamientos “inútiles”)  Y AFECTUOSO ( donde se valora principalmente lo mejor de los demás) ES EL MEJOR MEDIO DE CONFIGURAR SU PERSONALIDAD.

Educación Afectivo_ sexual

Desde hace unos años, organizamos junto con la APYMA ( y a la que volvemos a agradecer su colaboración) un curso  de Educación Afectiva_ Sexual para los alumnos de 3º y 4º de ESO. El curso incluye una sesión para las familias. Incluímos en el enlace el material que Estefanía Sáez, responsable del curso ( gracias de nuevo) repartió a los asistentes.   Es un material muy interesante, con ideas muy valiosas y con referencia a materiales, para  ayudarnos  en la tarea de educar   (y de educarnos).

Amaltea.Dossier sobre Educación Afectivo- sexual.

También podréis encontrar más información en la página web, en la que hay una zona para padres, de Amaltea: www.amaltea.org

Comunicación con adolescentes

Uno de las tareas más importantes (y complicadas) de los padres de adolescentes es mantener siempre abiertas las vías de comunicación. Aquí ofrecemos algunos consejos sobre cómo comunicar con hijos adolescentes:

Dar mensajes claros. Los mensajes, especialmente los relacionados con los límites,  sobre  deben ser concretos y claros, que no dejen lugar a dudas. En este sentido, es  un error decir sobre  lo mismo cosa un día  “sí”  y otro día “no” a tu hijo adolescente, salvo que las circunstancias hayan  cambiado.  Dar mensajes claros ayuda a crear una base de confianza, fomenta el buen comportamiento y ayuda a bajar los niveles de estrés en una familia.

Procura no involucrarte en discusiones “infinitas”, o repetir las mismas cosas muchas veces. Una vez que ya están claras las cosas, no merece la pena seguir en una discusión que, posiblemente, acabará en una riña.  En esos momentos, es importante detener la discusión y retomarla en otro momento.

Aprender a escuchar y responder con respuestas que incentivan la comunicación y que eviten que tu adolescente salga del salón de un portazo.

Emplear un tono positivo y utilizar lenguaje corporal afirmativo mientras hablas. Hay que tener en cuenta que en la adolescencia no siempre van a querer hablar con nosotros cuando queremos. Tendremos entonces que buscar los momentos más propicios e invitar a nuestro hijo a hacerlo en momentos sosegados.

Tratar a tu hijo adolescente con el mismo grado de respeto con el que esperas que te trate a ti. No le insultes nunca, ni le ridiculices. La vergüenza es un sentimiento muy habitual en los adolescentes.

Dar mensajes afirmativos. Cada vez que se presente la ocasión, recordarle que le quieres. Cuando se ha arreglado, dile que esté muy guapo. Cuando ordena su habitación sin que se lo hayas pedido, coméntaselo de tal forma que se sienta orgulloso (aunque no te lo vaya a demostrar).

Si  notas que vas a perder el control (somos humanos) ,  procura no gritar. Si empiezas a gritar, la capacidad receptiva de tu adolescente se bajará a cero. Hay momentos en los que todo adolescente cree que sus padres no le comprenden, que le hacen la vida imposible. Y cuando gritamos por frustración o rabia, solo conseguimos alejarles más. Si crees que vas a perder los papeles, aplaza la conversación para retomarla en un momento en el que hayas logrado sobreponerte y estar tranquilo. Es una estrategia que podemos denominar de “tiempo muerto”.

Ser preciso y dar detalles sobre lo que esperas de tu hijo. Por ejemplo, puedes escribir un planning y pegarlo en la nevera como recordatorio. Siempre es bueno escribir sobre papel reglas y acuerdos importantes, porque así ambas partes pueden consultar el papel cuando surja una confusión sobre una norma específica.

Permite su participación cuando haya un cambio de normas. Eso asegurará un mayor seguimiento e implicación en  las mismas y  le enseñará a formas adultas de manejar diferencias. También será un ejemplo de comunicación provechosa. Pero, atención, también debe saber que hay cosas muy importantes que no son objeto de discusión.

No ningunear nunca a tu hijo cuando estás enfadado o triste. Si algo que hace o dice te enfada o entristece sobremanera, dile que no estés en condiciones de seguir una conversación antes de alejarte. Es peligroso ignorarle o dejar de hablarle y seguir tan normal con otros miembros de la familia, porque solo conseguirás distanciarle cada vez más

Evitar decir frases como “porque lo digo yo”. Explica tus razones de forma tranquila a tu hijo. Los adolescentes saben que la última palabra la tendrán sus padres, pero es importante que sepan por qué les pedimos que hagan algo que no quieren hacer, o por qué les prohibimos ciertas actitudes.

Implicarle en una conversación, no entres en un monólogo. Termina tus frases con otra frase que invite a la comunicación:

  • ¿Qué piensas tu?
  • Parece muy importante para tí, intenta explicarme por qué
  • Buena pregunta, intentaré contestar
  • Me interesa mucho conocer tu opinión
  • ¿Comprendes lo que te intento explicar?
  • ¿Quieres hablar?

Lograr una coherencia entre lo que predicas y lo que practicas. Es importante dar ejemplo para tener credibilidad

Evitar frases negativas que más bien logran todo lo contrario, como por ejemplo:

  • Si vuelves a decir eso te….
  • Me trae sin cuidado qué hace tus amigos
  • No vengas llorando a mí se te sale mal
  • No te creo
  • No comprendes nada
  • Pregúntaselo a tu madre/padre

Escuchar con atención a tu hijo cuando te habla. No hagas otra actividad mientras, y si estás haciendo algo cuando empiece, para. Mira a tu adolescente, escucha y ofrece un comentario cuando termine.

Organizar actividades conjuntas, a veces con toda la familia, a veces solos. Excursiones, comidas, una cena fuera, vacaciones…. Si tu adolescente no quiere pasar todas las vacaciones con la familia, intenta buscar una solución y ayúdale a encontrar la manera de pasar tiempo con sus amigos y tiempo con su familia.

Ser siempre justos. Los padres somos humanos, y a veces nos exasperamos y imponemos una regla nueva o un castigo porque estamos cansados o hartos. Hay que evitar esta situación, pensarlo muy bien antes de introducir nuevas reglas o cambiar una existente, y explicar de forma sosegada el motivo a tu adolescente, contando, si es posible con su participación.

Ser muy consistentes y firmes. Por ejemplo, si la norma es hacer los deberes antes de jugar a la playstation, es importante ser inflexible y no cambiarlo nunca, incluso si tu adolescente llega a casa con amigos. Cuando tu adolescente aprende que no vas a ceder, dejará de insistir (aunque esto puede tardar años y supone uno de los aspectos más agotadores de ser padres de adolescentes). Si cedes, tu adolescente cuestionará no solo esta norma repetidas veces, sino otras también.

Ser fiel a tus principios. Hay cuestiones importantes en nuestras vidas en las que no es posible ceder (por ejemplo, el uso de drogas) .Probablemente has escuchado muchas veces estos típicos reproches de hijos adolescentes: “Siempre soy la primera que se tiene que ir a casa”; “Pues los padres de Pedro le dejan hacerlo”; “Los padres de Marta la dejan hasta las 12.00…”. Y es fácil tener la tentación de ceder. Pero todos tenemos nuestros propios valores, y es importante que nuestros hijos adolescentes aprendan a respetar los nuestros. Explícales que todos somos distintos, y cuando protestan y dicen que ojalá su familia fuese distinta, respira hondo y recuerda que esta es una reacción típica en los adolescentes y realmente no piensan así. Simplemente forma parte de la adolescencia cuestionar el sistema que les sigue controlando e intentar mover los límites.

Adaptado de la web  Euroresidentes.com

ACOSO EN LA RED-CIBERBULLING

Las redes sociales, los móviles, los chat nos permiten comunicarnos y acercarnos a otras personas. Las nuevas tecnologías son un gran avance. Lamentablemente, no siempre se utilizan correctamente y los problemas de relación y convivencia que existen en la realidad se pueden trasladar al espacio vitual.  El defensor del Menor de la Comunidad de Madrid ha editado una guía de actuación con muchos recursos y observaciones muy pertinentes. En el enlace de más abajo la podéis descargar, merece la pena.

Guía Ciberbullying

Resultados sobre el estudio estatal sobre la convivencia en la Enseñanza Secundaria Obligatoria.

El curso pasado nuestro Centro participó en un estudiol acerca de la convivencia, promovido por el Observatorio Estatal sobre la Convivencia escolar.  En el estudio participaron Centros Educativos todas las Comunidades Autónomas. Es el estudio sobre la convivencia escolar más amplio realizado hasta la fecha y  en la evaluación realizada han participado más de 40.000 personas, contando alumnado (23.100), profesorado (más de 7.000), familias (más de 11.000), departamentos de orientación y equipos directivos.  Se puede obtener el estudio completo en la página del Ministerio de Educación, pero, como es un estudio muy extenso, he colocado un enlace sobre los resultados, recomendaciones y vías de mejora que el equipo de investigación propone para la mejora de la convivencia.

El enlace es: convivencia- Resultados y recomendaciones del estudio .

Me gustaría comentar algunos de los resultados del estudio. En primer lugar, hay que decir que la convivencia en nuestro sistema educativo, en general, es juzgada por los participantes como buena o muy buena. Supongo que este resultado contrastado por la investigación, no aparecerá en medios de comunicación ni será comentado en tertulias de cualquier tipo o color. Evidentemente, el esfuerzo callado de muchos profesionales, familias y alumnos por  convivir, a pesar de los conflictos y dificultades no es noticia. Ni da juego a los “profetas del infierno presente”. Con todo, el estudio manifiesta que hay problemas que resolver y  que hay que encarar de forma urgente y sin tapujos. No estamos en el mejor de los mundos posibles, hay que caminar todavía un largo trecho.Supongo que este hecho tampoco  da juego a los “loadores  de  paraíso en que vivimos”. Por eso supongo que este estudio no obtendrá demasiados titulares ni en prensa, ni en televisión, ni en otros medios.

Bajo mi punto de vista, lo mejor del estudio es que sugiere ámbitos de mejora para seguir avanzando. Evidentemente, las  recomendaciones muy generales pero creo que merecen una reflexión por parte de todos, profesores, familias y Administraciones ( especialmente aquellas acostumbradas a “lavarse la manos”) de manera que esas sugerencias se puedan concretar en medidas y actuaciones concretas y coordinadas. Una reflexión que debe hacerse sin buscar culpables pero buscando soluciones viables.

Personalmente,de las recomendaciones presentadas,  resaltaría aquellas relativas al fortalecimiento de la autoridad moral del profesor, las relativas a la prevención de la disrupción y la promoción de la colaboración entre familias y centros educativos.

En todo caso, me gustaría que se leyeran los resultados  y que pudieramos abrir una línea de debate constructivo