En este artículo se tratan tres consecuencias de la teoría de la Relatividad Restringida que, aunque son bien conocidas, no dejan de ser espectaculares y “contrarias” a nuestro sentido común. Se trata de la contracción de la longitud, la dilación del tiempo y la simultaneidad. Cuando un objeto se mueve respecto a un sistema de referencia inercial, parece sufrir una contracción de la longitud del mismo en la dirección del movimiento. Igualmente, un reloj en movimiento respecto a un observador inercial aparenta avanzar más lentamente que otro idéntico que está en reposo respecto al mismo observador.
Utilizaremos las transformaciones de Lorentz directa e inversa para llegar a las ecuaciones que demuestran con toda generalidad la contracción de longitudes, la dilatación del tiempo y la falta de sincronización de relojes en distintos sistemas de referencia. A partir de ejemplos concretos, veremos que las ecuaciones obtenidas con la transformación de Lorentz son una consecuencia de la constancia de la velocidad de la luz. Comprobaremos la veracidad de dichas ecuaciones a partir del hecho de la velocidad de la luz es la misma en todos los sistemas de referencia. Aunque de este modo no se demuestran las ecuaciones (sólo se comprueban); la línea de razonamiento seguida puede ser suficiente en muchos casos. Aquellos lectores que no necesiten más, pueden saltarse los puntos 2, 3 y 4, en los que sí se demuestran las ecuaciones.
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