Este decálogo no es mío, me apareció entre otros papeles, si alguien el /la autor-a, o lo conoce, agradecería que me lo comunicara para hacerlo constar. Creo que es un buen resumen sobre qué hacer ( o no hacer) con nuestros hijos, alumnos en esta etapa de la vida. La adolescencia no es tan terrible, lo que ocurre es que los adolescentes pueden comportarse de modo confuso. Los comentarios en cursiva, sí que son míos
- NO TE CREAS TODO LO QUE DICES. “Te odio” puede doler mucho a un padre o a una madre. Viven una complicada etapa de cambios físicos y psicológicos en la que el enfado les puede llevara comentarios muy duros a los que hay que saber dar la importancia justa.En otras palabras, no tomes de forma literal y personal lo que dicen. Pero tampoco dejes pasar como “buenas”algunas expresiones. Deben aprender a “gestionar sus enfados”.
- NO RESPONDAS AL ENFADO CON EL ENFADO. Al minuto siguiente de la discusión, ellos pueden estar tan contentos con sus amigos, mientras que los padres sufren mucho más el enfrentamiento. En un momento dado, conviene enfriar la situación, pedir “tiempo muerto“ y no dejar que una discusión se haga eterna. Es mejor posponer la situación a un momento en que podamos escucharnos.
- NO SIRVE SERMONEAR. Normalmente te escuchan media docena de palabras y desconectan.
- NO RECURRAS AL ENFADO Y AL ENFRENTAMIENTO. En la confrontación es donde los adolescentes están en su terreno. Pon las normas con tranquilidad y contundencia. Necesitan límites razonables y consecuencias lógicas y naturales si los traspasan.Los reproches continuados solo enseñan resentimiento y enfrentamiento.
- NO LOS PRESIONES.Hay que controlarlos y supervisarlos, pero que se note lo menos posible. No les atosigues continuamente , esto genera tensiones y crispación.
- NO TE MUESTRES DÉBIL. Necesitan referentes ( normas claras, ejemplo de comportamiento ) que les generen seguridad ( aún no son adultos), la debilidad les produce inseguridad. La incoherencia de criterio ( un día una norma es muy estricta, otro día no ) también muestra esa debilidad y genera la misma inseguridad.
- NO ATAQUES SUS IDEAS. Se puede opinar sobre ellas e intentar orientarles. Hay que razonar con ellos. Pero menospreciarlas, descalificarlas o ridiculizarlas provocará que no quieran compartir sus inquietudes, ilusiones, preocupaciones…
- NO CUESTIONES SUS CAPACIDADES. Esto puede convertirlos en personas inseguras que teman tomar iniciativas, decisiones o emprender proyectos. La adolescencia es clave porque es la etapa en que se comienza a diseñar un proyecto de vida y porque el concepto de uno mismo se construye. Su visión de sí mismo es vacilante y necesitan seguridad para afrontar los retos vitales que les esperan.
- NO MINUSVALORES SUS ESFUERZOS AUNQUE NO VAYAN ACOMPAÑADOS DEL ÉXITO. De lo contrario, estaremos generando frustración y tristeza que pueden quedar grabados en el carácter de los futuros hombres y mujeres. Debemos reforzar siempre el esfuerzo y la superación y no a los “dos impostores” del poema “Si” de Kypling ( el éxito y el fracaso) , que aparecerán en la vida sin avisarnos y , a veces, sin merecerlo.
- NO PRETENDAMOS QUE NUESTROS HIJOS COMPENSEN NUESTROS FRACASOS CON SUS ÉXITOS. No es su cometido realizar aquello que no supimos o no pudimos llevar a cabo, tienen que elegir y seguir su propio camino.
MANTÉN UNA VISIÓN POSITIVA DE LA VIDA Y DE LAS PERSONAS. UN AMBIENTE FAMILIAR O ESCOLAR SEGURO ( firme , con normas estables y consecuencias lógicas), RAZONABLE ( donde se razona), TRANQUILO ( con el menor número posible de enfrentamientos “inútiles”) Y AFECTUOSO ( donde se valora principalmente lo mejor de los demás) ES EL MEJOR MEDIO DE CONFIGURAR SU PERSONALIDAD.